Aspectos sociales de la ciencia. Introducción

Definir la ciencia es algo complicado y que tiene muchos puntos de vista. Podemos aproximarnos a ello con una definición poliédrica (o vectorial). [Ya lo vimos, pero para quienes no cursaron la asignatura previa, se incluye el texto correspondiente en la siguiente entrada].
 
Varios de estos aspectos tienen un claro componente social. Esos son los que más nos van a interesar en la asignatura que tratamos en este sitio.

Seguramente la aproximación más esencial a lo que es ciencia la encontramos en la filosofía de la ciencia. Dentro de ella, una de las posturas estrella es la que planteó Thomas Kuhn en su "Estructura de las revoluciones científicas", en la que señala la importancia del consenso entre científicos para establecer el "paradigma" vigente en un momento dado. Profundizamos un poco en esto con una entrada sobre filosofía de la ciencia y una sobre Kuhn.

Es fácil ver también la importancia de la ciencia, especialmente a través de sus aplicaciones tecnológicas, en el desarrollo económico y social de los países. La producción industrial está basada en patentes, innovación en productos que tiene lugar gracias a la actividad investigadora tanto de los departamentos de las empresas como en organismos públicos (dependiendo de que sea más básica o aplicada). Por su parte, la bomba atómica o la disponibilidad de métodos anticonceptivos seguros y baratos (entre una miríada de posibles ejemplos) han cambiado por completo las dinámicas sociales a todos los niveles. Ciencia, tecnología y sociedad conforman un sistema (bastante complejo, por cierto) con diversos agentes, modelos de funcionamiento e indicadores. A esto dedicaremos una serie de entradas con la etiqueta "(3) Sist. CTS".

Ese sistema CTS también podemos verlo como un sector económico productivo. Este sector estaría basado en el conocimiento innovador. Nos asomaremos a la gestión de dicho conocimiento con unas pocas entradas que nos ayuden a comprender y reflexionar sobre la propiedad industrial (patentes). Las identificaremos con la etiqueta "(4) Pat".

Pero antes de entrar en el desarrollo de esos aspectos sociales dedicaremos unas entradas (el "tema 2") a lo que podríamos llamar aspectos éticos de la ciencia: el fraude científico y sus implicaciones. Un asunto menos anecdódico e inocente de lo que puede parecer a priori.

Así pues, a partir de aquí se encuentran las entradas que desarrollan los 4 temas comentados:
(1) Filosofía
(2) Fraude
(3) Sis. CTS
(4) Patentes

Ciencia, una aproximación "vectorial".

Qué es ciencia es, sin duda, una cuestión muy complicada con múltiples ángulos. De hecho no creo que se pueda dar una única definición, un escalar, valga la broma. Con una definición vectorial, sin embargo, podemos quizá recoger las distintas dimensiones en las que utilizamos habitualmente la palabra "ciencia". Sirva la figura 1 como una primera aproximación a dicha definición multicomponente de la palabra.



De este modo podemos entender que haya científicos no profesionales, que cumplirían la dimensión "actitud vital" pero no la "actividad profesional". Las dimensiones "actitud vital", "conocimiento especial" y "cuerpo de conocimientos" son las que podemos rastrear hasta los orígenes de la actividad científica, probablemente unida a los orígenes del hombre. Sin embargo las dimensiones profesional e industrial son relativamente recientes, del siglo XX podríamos decir. La dimensión social habría aparecido a medio camino, en la medida en que los científicos formaran comunidades, mucho antes del SXX.


Una forma alternativa de acercarse a una definición es en negativo, definir lo que no es, de forma que el complementario se aproximaría a lo que buscamos. ¿Qué podríamos decir de lo que no es ciencia? Queda resumido en la figura 2.


Vemos también diferentes tipos de enunciados respecto de lo que no es la ciencia. En cuanto al tipo de conocimiento no es el que se deriva de presupuestos inmutables (por ejemplo de la fe) no el que se ha demostrado incierto (mentira). Otra cosa es que no se pueda establecer que un enunciado sea verdadero, pero si se puede establecer que sea falso, y entonces no formará parte del cuerpo de conocimientos que es la ciencia (en una de sus dimensiones). Tampoco enunciados vacíos, ejercicios de lógica vacía y nominalismo confuso (elucubraciones o imposturas intelectuales) forman parte de ese cuerpo de conocimientos especia que llamamos ciencia. Por otro lado, hay actitudes vitales hacia la naturaleza diferentes de la científica, y algunas son tan interesantes y humanas como aquella. Lo mismo se puede decir respecto de las actividades intelectuales.

Esta visión tan sintética (y en cierto modo parcial y operativa) de la ciencia se puede completar y ampliar con las visiones de otros autores y puntos de vista recogidos como entradas en otro blog, aquí. Recomiendo echar un vistazo al menos.

Filosofía de la ciencia

En un excelente texto de César Tomé, muy breve para lo que incluye, se expone la importancia de la concepción filosófica de la ciencia y se repasan los principales hitos históricos de la misma. Copio a continuación los primeros párrafos y dirijo al texto original. Merece la pena.


"Afortunadamente la ciencia, como la naturaleza a la que pertenece, no está limitada ni por el tiempo ni por el espacio. Pertenece al mundo, y no es de ningún país o época. Cuanto más sabemos, más sentimos nuestra ignorancia; más sentimos cuánto queda desconocido; y en filosofía el sentimiento del héroe macedonio nunca puede aplicarse: siempre hay nuevos mundos por conquistar."

Esta cita pertenece a un discurso que Humphry Davy, uno de los más eminentes científicos del siglo xix, dirigió a los miembros de la Royal Institution en 1825. En este breve texto se ponen de manifiesto, por una parte, la fe en un progreso sin límites para la ciencia y la paradoja del conocimiento, cuanto más conocemos más somos conscientes de lo que no sabemos y, además, lo desconocido parece ser cada vez mayor que lo que se conoce. Pero, cabría plantearse, ¿en qué consiste el progreso científico? ¿realmente es ilimitado? Y ya puestos, ¿es racional? Estas preguntas podrían parecer intrascendentes para la investigación científica como tal, esto es, el investigador buscará sus resultados independientemente de si existe el progreso en ciencia o no, otra cosa esque sus posiciones filosóficas le influyan más de lo que está dispuesto a reconocer. Pero, tal y como nosotros lo vemos, no son intrascendentes en absoluto ...

Los paradigmas de Kuhn

Todos hemos oído que para ser innovadores hay que pensar “fuera de la caja”. En ciencia también es cierto que para conseguir avances significativos hay que pensar más allá de lo establecido. Pero ¿qué es exactamente “la caja” fuera de la cual hay que situarse?

Esta caja se puede identificar con el paradigma, el concepto central de Thomas Kuhn en su teoría de las revoluciones científicas. Kuhn plantea una evolución de las disciplinas científicas (una vez establecidas como tales) en las que se alternan períodos de “ciencia normal” con momentos de revolución.

En las fases de ciencia normal la comunidad científica asume de forma consensuada un conjunto de teorías que conforman “el paradigma” científico del momento. La tarea en estas fases consiste en ir intentando explicar cuestiones novedosas en el marco del paradigma vigente, o dicho de otro modo, ir extendiendo el ámbito de validez del paradigma. En esta tarea van apareciendo casos que no encajan, anomalías. Mientras no son demasiadas pasan desapercibidas pero a medida que la cantidad de anomalías aumenta, puede dar lugar a una situación de crisis que se supera con la creación de un nuevo paradigma. El nuevo esquema es mejor que el anterior dado que debe explicar las mismas cosas que el anterior más las anomalías, o al menos buena parte de ellas.

Merece la pena ampliar un poco este resumen tan sintético de "La estructura de las revoluciones científicas" de Kuhn, por ejemplo echando un vistazo a las entradas de la Wikipedia del autor y de la obra:
Thomas S. Kuhn
The Structure of Scientific Revolutions

Fraude científico

Aun acostumbrados a las debilidades humanas, nos resulta especialmente repulsivos las violaciones relacionadas con la profesión del delincuente: un pirómano de profesión bombero, un delincuente sexual sacerdote o un mentiroso de profesión científico.

Nadie duda que los científicos son humanos, es tal obviedad que da vergüenza escribirlo, y de esa humanidad esperamos cualquier tipo de comportamiento non santo menos uno: el fraude en sus resultados científicos. Discutíamos en el tema primero que ser científico es una profesión pero es también una actitud vital. En el primer sentido no extraña el fraude, pero en el segundo es intolerable, aun impensable.


Sin embargo se da, y se da más de lo que pudiera parecer. Un libro muy interesante que analiza este asunto es el de Federico di Trocchio "Las mentiras de la ciencia", en el que desgrana desde un punto de vista histórico, con mucha documentación, un buen montón de casos.


Nosotros, de momento, nos vamos a conformar con texto algo más limitado, un artículo de Mundo Científico (del que hay una versión resumida libre en la red).

Seguro que se pueden encontrar muchos textos interesantes más...

Una variante del fraude es el plagio, ¿para qué preocuparse de falsificar resultados experimentales pudiendo copiar directamente los artículos? Por sorprendente que parezca, las revistas ponen notas en las publicaciones indicando que eso no es una buena idea. El avance tecnológico ha generado herramientas antiplagio, existen aplicaciones que comparan un texto con documentación que hay por la red y evalúan automáticamente las similitudes. Hay revistas que incluso obligan a pasar un test de este tipo en el proceso de envío de originales. Es interesante ver la cantidad de sitios que aparecen buscando "plagiarism checker"... (aquí una revisión de algunas en 2025)

Se ha destapado un caso muy ilustrativo en el que se ha detectado un caso de plagio, se ha abierto una investigación y se ha terminado por ECHAR LA CULPA AL BECARIO, aunque había más firmantes, estos quedaron exonerados por su universidad. En el texto del enlace ya hay suficientes comentarios.

Sobre el aumento de los casos de malas prácticas en ciencia (que se puede encontrar bastante información) dejo un par de ejemplos (de libre acceso):
-  Estudio de 2023 sobre incidencia de malas prácticas en España (AQUI) y comentarios y reacciones a ese estudio (AQUI)

Muchos resultados publicados están mal

En 2005 se publicó un artículo con el escandaloso reclamo de que la mayoría de lo publicado en ciencia (en medicina en concreto) está mal (está en abierto, AQUI). El autor, John Ioannidis, es médico y un reputado investigador en el funcionamiento de la ciencia (o "meta-investigación" como pone en la wikipedia). 

Una explicación muy didáctica del argumento central de ese trabajo, y algunas otras cuestiones interesantes sobre la publicación de malos resultados en este vídeo de Veritasium (un canal magnífico): 

Publicar resultados negativos (y el problema de no hacerlo)

Publicar_negativos
Supongamos que estás intentando pulir fibra óptica embutida en resina plástica con abrasivo de alúmina y no sale, ¿Que concluyes? Hay al menos  dos opciones: (i) No se puede pulir fibra óptica por ese procedimiento, (ii) no he sabido apañármelas para pulir la fibra con esos materiales. Vale que el ejemplo es muy personal, pero no me venía otro a la cabeza ahora. El asunto es general, cuando algo no sale no sabes si es intrínseco (eso no puede ser) o si es fruto de tu incompetencia (no has sabido hacerlo bien). Lo primero sin duda sería un resultado científico valioso, interesante para otras personas, útil para ahorrar mucho tiempo, incluso para reflexionar teóricamente sobre esa imposibilidad. Lo segundo es una muestra de incapacidad personal sin valor alguno. Puestas así las cosas ¿Se deben publicar los resultados negativos? Recientemente se ha presentado una revista destinada específicamente a ello, y en “La ciencia y sus demonios” se hacían echo de ello con un artículo que merece la pena leer.

La no publicación de resultados negativos se convierte en un problema esencial en las disciplinas que tratan temas más complejos (más que el ejemplo que he puesto al comienzo y similares). En problemas más próximos a los primeros principios, la "reproducibilidad" es el juez último: si las piedras caren para abajo, un experimeto negativo es casi seguro que fue un error, y la reproducibilidad del hecho real minimiza (o aún anula) el problema de la no publicación de resultados negativos. En las ciencias de la vida, por ejemplo, las cosas son mucho más complejas, y que un medicamento, fertilizante o similar produzca el efecto deseado o no, depende de muchísimos factores. En cada experimento se analizan algunos de esos factores intentando dejar fijos todos los demás (incluyendo su efecto en experimentos "blanco"). En estos casos los resultado negativos incorporan tanta información como los positivos. De hecho las valoraciones finales sobre la efectividad de los productos testados se basan en "metaestudios" (estudios sobre los estudios) en los que se analizan los resultados obtenidos por múltiples investigadores en diversas condiciones experimentales. Es obvio que la no publicación de resultados negativos desviará el resultado final hacia positivos... falsos.

Una de las soluciones propuestas para evitar el sesgo de la publicación positiva es el preregistro de experimentos: la conveniencia (eventual obligatoriedad) de que los experimentos que se vayan a realizar hayan de ser registrados con anterioridad (en algún tipo de repositorio abierto), de forma que ocurra lo que ocurra con el experimento se disponga de la información pertinente. Sobre este tema del preregistro (incluso analizando efectos secundarios perniciosos y como minimizarlos) recomiendo leer este comentario de "neuroskeptic", especialmente centrado en psicología y neurociencias, pero extendible a todas las ciencias de la vida y a todas las ciencias en general.

Sobre toda esta cuestión, hay una estupenda charla TED de Ben Goldacre (un médico que se ha especializado en este problema). 20 minutos que merecen la pena:

Corregir errores, retirar artículos

A pesar de la revisión por pares, en lo que se publica se cuelan errores, errores menores, errores mayores y errores catastróficos que invalidan las conclusiones del trabajo original. Los errores menores se quedan a vivir en el artículo, los errores mayores pueden ser fuente del envío de una "corrección de erratas" y los errores verdaderamente importantes deberían conducir a la retirada del artículo, su "retracción". Sobre cuando es apropiado proceder de una forma u otra (o incluso retirarlo físicamente) hay unas notas en este texto de la biblioteca de la UCM. Ese tipo de "políticas" de como proceder dependiendo de la entidad del error a corregir las tienen editoriales (Elsevier), revistas y universidades.
 
Como ya vamos viendo, en este mundo de la ciencia sobre hacer ciencia son objeto de estudio las cosas más sorprendentes, en este caso es coherente con la que debería esperarse: "How many scientific papers should be retracted? (2007). En este otro trabajo (J Med Ethics. 2011 Apr;37(4):249-53) concluían ya en 2011 que el número de artículos retractados se había incrementado en un factor 7 en pocos años

Parece que el tema del número de artículos retractados genera mucho interés. Se publicó en 2011 un estudio que encuentra una correlación clara entre el número de artículos eliminados (medido con un índice de "retracción") y el índice de impacto de la revista. El artículo es de la revista Infection and Immunity, y está en libre acceso. Inicialmente he visto la reseña del trabajo en esta entrada de Francis, dónde se resume muy bien el artículo. ¿Se os ocurren hipótesis que expliquen esa correlación?

Y más trabajos sobre la retracción de artículos, de nuevo Francis recoge en una entrada las posibles razones que llevan a los editores a evitar la retracción de artículos. Además de la propia entrada, se referencian una serie de artículos sobre el tema (de buenas revistas) cuya revisión puede ser objeto de un trabajo interesante. No me resisto a copiar la siguiente gráfica, aunque no se muy bien de dónde sale no cómo se han calculado los datos.
En 2023 el tema sigue en auge como podemos ver en este trabajo de Nature que habla de un nuevo record en ese año con 10000 artículos retractados. El sitio de referencia para seguir las retracciones (y muchas cuestiones de mala ciencia en general) es Retraction Watch. Allí encontramos, por ejemplo, la lista de los 10 artículos RETACTADOS más citados en 2023, porque aunque se acaben retirando, su contenido no termona de eliminarse de la circulación del conocimiento... algo que , cuando menos, da que pensar.

Datos sobre malas prácticas

Interesantes números los que presenta esta infografía (bajándote la imagen se ve mejor).

La creó un sitio que se llamaba http://www.clinicalpsychology.net/ y que ha desaparecido de la red. Buscando por imágenes se encuentra la misma "copiada" como aquí, pero no doy con referencia al original. A pesar de ello, las referencias de los datos están al final y me sigue pareciendo fiable e interesante.




Algunas malas prácticas

Algunas malas prácticas brevemente descritas en una infografía (de la que también se ha perdido la fuente original)


Involucrarse emocionalmente con los resultados

Cuando uno trata con un sistema de codificación de información o del diseño de una antena, aunque no es imposible, no es fácil involucrare emocionalmente con el objeto de estudio. En cambio en medicina, tanto el médico como el paciente suelen estar muy involucrados en la investigación sobre métodos de curación.

La tendencia que tenemos a interpretar lo que vemos en términos de lo que tiene significado para nosotros es tremenda, mucho más poderosa de lo que solemos creer. ¿No vemos una cara sonriente con dos puntos y un paréntesis :) ? La pareidolia, que es como se le llama a este fenómeno actúa constantemente y nos hace ver formas en las nubes, constelaciones a partir de las estrellas ("connecting the dots"), y cosas mucho más esotéricas. Intenta leer el conjunto de símbolos que hay debajo de estas líneas. ¿A que se puede leer? Sin embargo no hay nada escrito. Todo el mensaje es "inventado".


Este tipo de ilusiones de significado, de las que las ilusiones ópticas son un subconjunto, constituyen un riesgo importante a la hora de hacer ciencia, de interpretar los resultados que uno obtiene. Pero es que si además el sujeto (el que sufre las ilusiones) está emocionalmente involucrado la posibilidad de engaño crece exponencialmente.


La capacidad de curar por el simple convencimiento de que algo va a curar es bien conocida y tiene nombre: efecto placebo. Está estudiadísimo, y se sabe que el valor "curativo" de una pastilla que no contiene nada depende de su tamaño, color y precio. También existe su contrario, el nocebo, que consiste en el empeoramiento que se sufre al dejar de tomar algo que, aunque no tenía efecto real, tenía al paciente convencido de su funcionamiento. El conocimiento de estos efectos ha generado procedimientos para que los resultados científicos se independicen de ellos, se trata del "doble ciego", a dos grupos se les aplican tratamientos iguales (las mismas pastillas) solo que uno con el principio activo a testear y otro sin él. No deben saber cual es cual ni el paciente ni el médico (por eso lo de doble ciego), ya que se ha comprobado que la "confianza" del médico se transmite al paciente que sufre la autocuración.

Volvamos a nuestras antenas, fibras ópticas y códigos. Las antenas no sufren efecto placebo, eso es un punto a favor de nuestros campos de investigación, pero no estamos exentos ni mucho menos de pareidolias y múltiples vías de engaño. ¡¡ Mantengámonos alerta !!

El texto de la figura inicial está completo AQUI, y describe una investigación sobre acupuntura que llegó a publicarse, en la que los resultados no mostraban ningún efecto y aún así los autores concluían que el efecto era notable. Es interesante.

Fraude "inverso" (contra los porpios científicos).

Este tema se suele centrar en los fraudes de los científicos, pero también existe el "fraude" inverso, ya que ellos conforman una población expuesta a fraudes específicos.

Seguramente lo más habitual es el molesto spam científico. Es muy fácil para las empresas interesadas hacer perfiles detallados de sus víctimas, a fin de cuentas en las publicaciones figura el nombre, correo electrónico y temas de interés del autor. Con ello se preparan correos muy personalizados, en los que se ofrecen cosas que suenan interesantes. Este spam lo realizan desde empresas muy series (las editoriales de las revistas más reputadas) hasta príncipes nigerianos en versión científica, pasando por casi todo.

Un caso de engaño molesto es el de los congresos que imitan a los de verdad pero que en realidad carecen de estándares científicos mínimos y son un puro negocio para los organizadores. En ESTE artículo del New York Times se habla de ellos.

Recientemente se ha hecho especialmente grave el caso de las "editoriales depredadoras", para entender este fenómeno por favor leed esta entrada de Francis (es muy breve) de donde tomo la figura de abajo.
 
Aunque todas las referencias que os he pasado hasta aquí son un poco viejas, el tema sigue igual. En ESTE artículo de El Diario.es de marzo de 2025 hay una revisión de la situación con enlaces a varios estudios


Sistemas Ciencia- Tecnología - Sociedad

No es difícil darse cuenta de que hay interrelaciones entre la generación de conocimiento científico y conocimiento aplicado, entre este y la mejora de procesos productivos y entre estos y la mejora de la calidad de vida en general en un determinado entorno social. El círculo se cierra cuando comprobamos que la generación del conocimiento científico está muy fuertemente financiada por la sociedad en general a través de los impuestos. A este conjunto de relaciones es lo que se denomina "sistema ciencia tecnología sociedad" (o de otras maneas parecidas). Ahora bien, una cosa es darse cuenta de que hay elementos interrelacionados y otra disponer de un modelo explícito realista de ese sistema, tanto más en cuanto que es un sistema que evoluciona en el tiempo.

Figura 1.- Sistema CTS de un antiguo plan navarro

 
La figura 1 es una representación del modelo que se consideraba desde las instituciones navarras hace unos años, cuando existía la Agencia Navarra para la Innovación (ANAIN) ya extinta y que servía de base para plantear políticas de fomento del mismo. La mantengo a pesar de su caducidad porque aparecen claramente los tres elementos: ciencia, tecnología y Empresa (que podría ser “sociedad”), y en pie de igualdad, algo que se va difuminando en subsiguientes versiones

Actualmente en Navarra está en vigor el "Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación de Navarra" (https://pctin.navarra.es/es/). En este documento no hay un planteamiento explícito del sistema de CTS, aunque implícitamente sí está presente a lo largo de todo el documento, y se considera el conocimiento (el I+D) como uno de los elementos clave de desarrollo regional. Como figura 2 vemos lo más parecido a un modelo que se encuentra en el documento (página 32), una figura muy genérica (no descrita en el texto):


 Figura 2.- Sistema CTS en el PCTIN - 2022-25
 
Este plan entronca con una visión más amplia de lo que se quiere que sea Navarra en el futuro, una especie de plan estratégico (si fuera una empresa en vez de una comunidad) denominado “estrategia de especialización inteligente” (https://s4navarra.es/). En esta estrategia vuelve a aparecer el árbol como metáfora (figura 3), y el I+D+i se encuentra en las raíces (igual que en el anterior), como parte del sustento de otros valores y sectores que es donde se entiende que navarra “florece” (siguiendo la metáfora vegetal).

Figura 3.- Sistema CTS en la S4 
 
Dentro de esos sistemas CTS, más centrados en lo social (como la S4) o más equilibrados, como el inicial, podemos considerar un subsistema el relativo exclusivamente a la investigación y desarrollo, con agentes, financiadores, productos, etc. Una visión interesante de ese subsistema la encontramos en un artículo de Ángel Pestaña (enlace al pdf en MiAulario), un poco antiguo ya (pero perfectamente válido y al que no encuentro sustituto). De ahí está tomada la figura 4.

Además del modelo, se analizan algunas cuestiones sobre su eficiencia. Los datos que en el aparecen dan cuenta del origen del sistema CTS en España, ya que aparece información de los primeros planes estatales de financiación de la ciencia (lo que en EEUU había ocurrido dos décadas antes).

Figura 4.- Sistema CTS centrado en la parte de I+D (del artículo de A. Pestaña)
 
Para concluir este repaso, hay que comentar que este sistema se caracteriza con un conjunto de indicadores estadísticos que se utilizan para su descripción (consensuados en la UE). La página web del INE es un poco confusa, y es más fácil acceder a algunos documentos buscando a través de Google que encontrar donde están enlazados en la página. A continuación dejo en MiAulario dos documentos que detallan esos indicadores. La página con las encuestas más recientes es ESTA.
 
Catálogo de estadísticas del INE sobre Ciencia y Tecnología (capítulo 15 del anuario) de 2019, en MiAulario. Documento con detalles metodológicos sobre la realización de esas encuestas, pdf en MiAulario.

Percepción social de la ciencia

Aparte de la relación entre la producción científica, el desarrollo tecnológico y la productividad de las empresas, que es el aspecto central de los sistemas de ciencia tecnología sociedad que veíamos en una entrada anterior, también es importante considerar como percibe la sociedad en su conjunto la actividad científica. La sociedad en la que vivimos está muy tecnificada, todo el mundo lleva un móvil, conduce un coche y disfruta de luz eléctrica. También es una sociedad democrática en la que las personas tienen capacidad de decisión a través de diferentes procesos. Dónde se pone una carretera, una antena de telefonía o una central de producción de electricidad son cuestiones de fuerte impacto social directamente relacionadas con los servicios que se disfrutan. Sólo con un conocimiento, siquiera sea mínimo, del sustrato científico y tecnológico de la vida actual estas cuestiones no se encajan adecuadamente.
 
En España disponemos de un organismo público muy preocupado por esta cuestión, se trata de la FECYT, que mantiene una página con un montón de información sobre la percepción social de la ciencia (enlace a esa página) con información de múltiples aspectos. Entre otras cosas lleva 20 años haciendo periódicamente una encuesta de percepción social de la ciencia muy amplia y detallada. Con motivo de esos 20 años presentaron un estudio de la evolución de esa percepción (enlace a ese documento). Es de ahí de donde está sacada la siguiente figura:
 

 

I+D+ ¿qué?

Las siglas I+D (investigación y desarrollo), R&D (research and develpment) son universalmente reconocidas. Sin embargo en la singularidad nacional se añadió una nueva letra a la serie, la i de... innovación. Hay algunas sospechas de la razón última:


Indicadores de la ciencia en España

 Al final de la entrada sobre sistemas CTS (Ciencia, Tecnología, Sociedad) se incluian los enlaces a las páginas del INE donde se recogen los indicadores del sistema (comentando lo engorroso que es manejarse por allí sin una formación previa). Afortunadamente, la FECIT tiene un sitio más amigable donde recoge algunos de los indicadores más relevantes. (Enlace a la página de indicadores de FECYT)

El aspecto de esta página (en el momento de consultarla en marzo de 2025) es:


 

Patentes

Recientemente (2021) Crespo ha hecho un vídeo en colaboración con la Oficina de patentes que explica muchas cosas en poco tiempo de forma muy clara. Los aspectos de fondo (si realmente es tan interesante la herramienta de la patente) ya se irán matizando con materiales posteriores (personalmente, yo no estoy tan convencido). Pero sin duda merece la pena verlo:



La Biblioteca de la UPNA ha preparado un repositorio de documentación y enlaces sobre patentes muy completo e interesante, se puede acceder aquí.
 
Hace unos años las personas que llevaban las patentes en la propia universidad nos hicieron una presentación sobre las patentes y demás. Presentación de Josu y Julene sobre el tema:




En alguna edición anterior del curso se ha realizado un trabajo colectivo dividiendo el tema en una serie de bloques. Aunque no vayamos a hacerlo aqui, sirve para "desmenuzar" la cuestiónEstos bloques son:
1.- Propiedad intelectual
2.- Normativa de marcas
3.- Patentabilidad. Requisitos
4.- Procedimiento para una patente (documentos, trámites, precios, plazos, etc.)
5.- Caso especial: software
6.- Caso especial: genes
7.- Caso especial: variedades vegetales
8.- Cualquier otro aspecto que alguien considere interesante

Enlaces para documentarse sobre estas cuestiones
 
El principal, la Guía temática de la Biblioteca de la UPNA. Colección muy completa de recursos 

Algunos otros

http://es.wikipedia.org/wiki/Patente
 
http://www.wipo.int/patentscope/es/patents_faq.html
 
http://www.oepm.es/
 
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2015-8328 

https://administracion.gob.es/pag_Home/Tu-espacio-europeo/derechos-obligaciones/empresas/inicio-gestion-cierre/derechos/patentes-marcas/modelo-utilidad.html
 

Patentar vida

Público cerró y esa noticia ya no está en internet. Sin embargo el titular es muy llamativo, y hace referencia a un caso que fue clave para fijar la actual postura respecto de la patentabilidad de genes.

En las ciencias de la vida la realidad está acercándose peligrosamente sorprendentemente a la ciencia ficción. Esta noticia me ha recordado a la "novela" Next de Michael Crichton. He puesto novela entre comillas porque también se podría considerar una obra a divulgación científica, y desde luego explora los límites morales de la biotecnología de una forma enormemente amena. Aquí podéis encontrar una reseña que también la considera así.

Interesante asunto este de las patentes... aunque haya temas como antenas, sensores, sistemas de comunicaciones y demás "ferretería" que no se espera que planteen demasiados dilemas morales, es mejor estar preparado, porque puede que alguno no esté tan lejos como parece. En otros el dilema es inmediato.

Entre 2011 y 2013 hubo un juicio muy importante en la Corte Suprema de EEUU entre la empresa
Myriad Genetics y asociaciones pro derechos civiles a propósito de la "propiedad" de dos genes implicados en cánceres de mama y ovarios (de algunas variantes con un fuerte componente hereditario).  El fallo revirtió la doctrina anterior y no se pueden patentar genes, cosa que hizo que se anularan cientos de patentes preexistentes. En el siguiente vídeo se resumen la historia
 
Video con bastantes datos, en vídeo (en inglés), 3:32 min:

 
 
Para completar la visión de las cuestiones éticas de las patentes de organismos vivos, dejo un par de artículos más recientes:
 
1.- De LexLatin (un medio de comunicación especializado en el sector legal latinoamericano): https://lexlatin.com/reportajes/genomica-y-propiedad-intelectual-el-futuro-esta-aqui

2.- De ABG IP (una firma especializada en propiedad industrial en Europa) https://abg-ip.com/es/patentar-seres-vivos/

Merece la pena echarles un vistazo, por que, al final, se puede patentar mucho más de lo que podría parecer.

¿Merece la pena patentar?

El interés de las patentes es una cuestión muy controvertida. Para empezar hay que considerar dos intereses distintos, quizá contrapuestos: (i) el interés del inventor y (ii) el interés de la sociedad en general, del avance de la ciencia, la tecnología y el bienestar.

Y la polémica no es nueva. Hay quien dice que las patentes de James Watt y la defensa que hizo de ellas retrasaron 30 años el comienzo de la revolución industrial (resumen de dos párrafos en la entrada de Watt en la Wikipedia, AQUI. Y un trabajo que ponen en duda que ese retraso fuera real AQUÍ). Pero "si no e vero e ben trovato", es un buen ejemplo de cosas que pasan.

El caso de Watt sería un ejemplo de claro interés para el inventor en detrimento de la sociedad. En la misma línea, podemos ver casos mucho más actuales como la dificultad que supone avanzar en investigación biomédica (en la cura de enfermedades), como la necesidad de sortear patentes hace que lo que se investiga sea ya de partida lo que no parecen las mejores opciones. El caso de las vacinas contra el Covid19 ha generado ríos de tinta (un ejemplo en castellano en el pdf al que se accede AQUI)

Pero es que tampoco está nada claro el interés para el inventor. Hay quien considera que las patentes son un placebo para los emprendedores (y para algunos inversores poco expertos). La publicación que exige la patente y la falta de músculo poderoso para perseguir su potencial violación (el que sí tuvo Watt) pueden hacer que patentar resulte contraproducente. Sin embargo para las rondas de inversión se consideran un valor. Así que en la fase de emprendimiento patentar resulta un asunto espinoso

Capítulo aparte merecen las guerras de patentes entre las grandes empresas tecnológicas (Facebook, Yahoo, Apple, Microsoft, Google, Samsung y demás). Yo no me siento capaz de entender gran cosa a esos niveles, un punto de partida puede ser Patente Estupidez, un breve de Enrique Dans con enlaces a otros sitios con más detalles.

Finalmente, recomendaría leer 10 mitos sobre patentes que, aunque algún argumento es un poco débil, resume muy bien la crítica global a las patentes, y a la propiedad industrial en general. Eso sí, hay que ser consciente de que la fuente es el "partido pirata". Los mitos son:


Myth 1: Nobody would invent anything if they couldn’t patent it.
Myth 2: Patents drive innovation.
Myth 3: Nobody would invest in startups that don’t have patents.
Myth 4: Patents are good and useful as a measure of innovation.
Myth 5: The patent system derailed just recently with the advent of the patent troll. Patents can be brought back on track if the troll problem is dealt with.
Myth 6: Patents protect the small, poor inventor against exploitation by ruthless big corporations.
Myth 7: Patents disclose innovations – the alternative would be trade secrets.
Myth 8: Patents are good for the economy — just look at all the licensing going on.
Myth 9: Patents can’t be scrapped without being replaced with something else that encourages innovation.
Myth 10: All practicalities aside, patents are morally justified. You should own what you create.


Sobre la esencia misma de poseer una idea

Una patente el el título de propiedad de una idea. Con unas determinadas características que se han visto en entradas anteriores como novedad, no obviedad, actividad inventiva, etc. pero una idea a fin de cuentas. Pero lo que realmente es un título de propiedad seguramente no lo tenemos muy claro. Intentemos reflexionar sobre ello. Para eso propongo ver el siguiente vídeo (hasta el minuto 6, a partir de ahí deriva hacia otros asuntos); en él habla de la propiedad de la luna u otros objetos extraterrestres, de la capacidad de una persona individual o empresa de reclamarla, y de lo que s puede o no conseguir con esa declaración... A ver que os sugiere


Se trata de un vídeo de Vsauce ("Who owns the Moon?"), un canal de youtube interesantísimo en el que reflexionan sobre temas curiosos con muchos datos interesantes.

Patentes por países

 En un maravilloso sitio lleno de visualizaciones espectaculares encontramos esta sobre patentes.

Los enlaces serían: El sitio https://www.visualcapitalist.com/

El artículo sobre patentes: https://www.visualcapitalist.com/cp/countries-new-patents/

(allí se puede acceder a la imagen a más resolución)